¿CÓMO ESCRIBIR UN
CUENTO?
El cuento es el medio perfecto de expresión para cualquier
escritor. Mientras que escribir una novela puede ser un desafío enorme, casi
cualquier persona puede construir y, más importante todavía, terminar un
cuento. Esto no significa que los cuentos sean fáciles de escribir, o que no
sean tan artísticos o valiosos como las novelas. Con práctica, paciencia y
pasión por escribir, pueden ser tan conmovedores y memorables como estas
últimas. Te daremos algunas ideas sobre cómo escribir un cuento y algunos recursos
para ayudarte a atravesar tus bajones creativos. ¡
La inspiración puede aparecer en cualquier momento. Lleva
contigo una libreta (cuaderno) a donde quiera que vayas para poder anotar las
ideas que se te ocurran.
La mayoría del tiempo solamente pensarás en pequeños
fragmentos (un evento catastrófico alrededor del cual puedes construir un
argumento, la apariencia de un personaje, etc.), pero a veces tendrás suerte y
una historia completa se te presentará en unos pocos minutos.
Si tienes problemas para encontrar inspiración, o si
necesitas escribir un cuento en muy poco tiempo (para una materia del colegio,
por ejemplo), aprende a aprovechar el recurso de la lluvia de ideas o, si no
aparece ninguna idea, puede ser necesario que te fijes en tu familia y amigos.
La experiencia generalmente ayuda a construir buenas
historias. Los misterios de Isaac Asimov son el resultado de la experiencia de
su autor.
COMIENZA CON LAS CARACTERÍSTICAS DEL CUENTO.
Una vez que hayas elegido una idea, necesitas saber los
rasgos básicos del cuento antes de escribir. Los pasos hacia un buen cuento
son:
Introducción: presenta a los personajes, el lugar donde
transcurre la historia, el momento en el tiempo, el clima, etc.
Acción inicial: el punto de la historia donde comienza la
acción creciente.
Acción creciente: narración de los eventos que conducen al
clímax.
Clímax: el punto más intenso o el punto de giro de la
historia.
Acción decreciente: tu historia comienza su desenlace.
Resolución o desenlace: un final satisfactorio en el cual el
conflicto central se resuelve o no. No es obligatorio escribir el cuento en
orden. Si tienes una idea para escribir una buena conclusión, escríbela.
Muévete de atrás hacia adelante o de adelante hacia atrás desde esa primera
idea (que no necesariamente debe ser el comienzo de la historia) y pregúntate
"¿qué pasa a continuación?" o "¿qué pasó antes que esto?".
INSPÍRATE EN PERSONAS REALES
Si tienes problemas en entender o encontrar cualidades para
tus personajes, mira hacia tu vida. Puedes tomar atributos de gente que conoces
o de desconocidos que cruzas en la calle.
Por ejemplo, puedes prestar atención a alguien que siempre
bebe café, alguien que habla con una voz muy fuerte, alguien que se la pasa
escribiendo en la computadora, etc. Todas estas observaciones en conjunto te
servirán para construir un personaje interesante. Tu personaje puede incluso
concentrar los atributos de varias personas.
CONOCE A TUS PERSONAJES.
Para que una historia sea creíble, los personajes deben ser
creíbles y auténticos. Conseguirlo puede ser una tarea muy difícil pero hay
algunas estrategias para crear "gente real" para incluir en tu
historia.
Escribe una lista titulada con el nombre de tu personaje y
escribe todos los atributos que se te ocurran, desde su posición en la orquesta
hasta su color favorito. Conoce todo lo que puedas acerca de tus personajes,
desde cuál es su motivación central hasta cuáles son sus comidas favoritas.
¿Hablan con un acento particular? ¿Tienen alguna singularidad en su manera de
hablar? No incluirás esta información en la historia pero cuanto más sepas, más
vida tendrán tus personajes, para ti y para el lector.
Asegúrate de que las personalidades de tus personajes no
sean perfectas. Todos los personajes necesitan tener alguna falla, algunos
problemas, imperfecciones o inseguridades. Puede parecerte que a nadie le
gustaría leer una historia sobre alguien con defectos o debilidades, pero sucede
todo lo contrario. Batman no sería Batman si no fuera un sociópata al límite.
La gente puede identificarse con personajes con problemas
porque eso es algo realista. Cuando intentes encontrar los puntos débiles de
tus personajes, no necesariamente debes darles un conflicto enorme o bizarro
(aunque si quieres puedes). Para la mayoría de tus personajes, trabaja con
aspectos que ya conoces. Por ejemplo, el personaje puede tener ataques de ira,
tenerle miedo al agua, ser solitario, fumar demasiado, etc. Todo esto podrás
utilizarlo para llevar tu historia más allá.
LIMITA LA AMPLITUD DE TU HISTORIA.
Una novela puede transcurrir a lo largo de millones de años
e incluir múltiples tramas secundarias, varios escenarios y muchos más
personajes. El evento principal de un cuento debe suceder en relativamente poco
tiempo (días o minutos) y no será posible desarrollar con efectividad más que
una trama, dos o tres personajes y un escenario. Si tu historia se extiende por
sobre esto estarás más cerca de una novela.
DECIDE QUIÉN CONTARÁ LA HISTORIA
Hay tres tipos de
narradores para contar una historia: Primera persona (yo), segunda persona (tú)
y tercera persona (él o ella). En primera persona, es el personaje quien cuenta
la historia; en segunda persona el lector es un personaje de la historia; en
tercera persona, hay un narrador por fuera de la historia. El narrador de
segunda persona casi nunca se utiliza.
Ten en cuenta que los narradores de primera persona solo
pueden decir lo que saben (que puede estar condicionado por lo que ven por
ellos mismos o por lo que otros le cuentan), mientras que el narrador de
tercera persona puede bien saber todo y además puede meterse en los
pensamientos de cada personaje o limitarse a lo que observa.
También puedes mezclar y unir. Por ejemplo, puedes cambiar
de un narrador de primera persona en un capítulo a un narrador de tercera
persona en otro, o incluso más de un narrador de primera persona.
ORGANIZA TUS PENSAMIENTOS.
Una vez que hayas
preparado los elementos básicos de tu historia, puede serte útil el hacer una
línea de tiempo para marcar qué pasará y cuándo pasará.
Tu historia debe consistir por lo menos en una introducción,
un incidente inicial, acción creciente, clímax, acción decreciente y
resolución. Puedes hacer un esquema con descripciones sencillas de lo que
pasará en cada una de estas etapas. Hacerlo te ayudará a concentrarte en
escribir la historia y podrás realizar cambios fácilmente. Así podrás mantener
el ritmo de la historia.
COMIENZA A ESCRIBIR.
Dependiendo de cuánto hayas esbozado la trama y tus personajes,
la escritura real puede consistir simplemente en elegir las palabras adecuadas.
Generalmente, escribir es un trabajo arduo. Probablemente no
conoces a tus personajes tan bien como pensabas, pero eso no importa. De alguna
manera, ellos te dirán lo que necesitas. Además, siempre hay tiempo para un
segundo borrador.
COMIENZA CON ESTILO.
La primera página
(algunos dirían la primera oración) de cualquier escrito debe ganar la atención
del lector de inmediato y hacer que quiera saber más.
Un comienzo rápido es especialmente importante porque no
cuentas con demasiado espacio para contar tu historia. No divagues con
introducciones largas para los personajes o descripciones aburridas del
contexto: ve directo hacia el argumento y revela los detalles sobre los
personajes y el contexto a medida que avanzas.
SIGUE ESCRIBIENDO.
Antes de terminar tu
historia, casi con seguridad tendrás algunos imprevistos. Debes atravesarlos
para tener éxito. Dedica un tiempo para escribir todos los días y ponte como
meta escribir al menos una página por día. Incluso si desechas lo que has
escrito en esa jornada, has estado escribiendo y pensando en la historia, y eso
te beneficiará a largo plazo.
DEJA QUE LA HISTORIA SE ESCRIBA SOLA.
A medida que
desarrollas tu historia, puedes decidir llevar el argumento hacia otro lado
diferente del que pensaste en un comienzo o cambiar sustancialmente un
personaje o sacarlo directamente de la historia. "Escucha" a tus
personajes para ver si te piden hacer o decir otra cosa y no te preocupes por
alterar tus planes si esto mejora la historia.
2. BUSCA OPINIONES.
Envía tu cuento revisado y editado a un amigo o pariente
para que te dé su opinión o sugerencias y realice correcciones. Hazle saber que
deseas opiniones auténticas acerca de tu cuento. Dale tiempo para leerlo y
pensar en ello y envíale una copia sobre la que puedan hacer anotaciones.
Considera todo lo que tus revisores te digan, no solamente
lo que te gusta escuchar. Agradece a tus revisores por leer tu historia y no
discutas con ellos.
Incorpora cualquier cambio o sugerencia que te hayan
propuesto y te parezca válido. Tu trabajo será mejor si aprovechas las
críticas, aunque no debes seguir todos los consejos que recibes. Algunas
sugerencias pueden no ser muy buenas. Es tu cuento y tú tienes la decisión
final.
Puede ser frustrante tener problemas para escribir. Puedes
quedarte sin impulso, enojarte con los personajes, o sentirte triste o culpable
porque un personaje que te gustaba ha muerto.
Solo debes saber que, con toda probabilidad, dudarás de tu
habilidad para escribir en algún momento de tu historia. Esto es algo totalmente
normal. Sentirás que no vale la pena continuar y que es mejor buscar
satisfacción en otra cosa. Estos pensamientos pueden apoderarse de ti y hacerte
abandonar en ese preciso momento. No te rindas.
Una de tus tareas más difíciles como escritor es aprender a
superar estos pensamientos y seguir escribiendo. Cuando comienzas a tener
sentimientos de duda, o te cansas o aburres, ¡deja de escribir! Puedes
levantarte, salir a caminar, hacerte un sándwich, mirar televisión o lo que sea
para relajarte y distenderte. Cuando regreses, tendrás la mente fresca. Es
posible que todavía no sientas ganas de escribir, pero piensa en las cosas
buenas de tu historia (lo que sea, desde una parte que te gustó cómo
escribiste, un diálogo bien construido, un personaje interesante, etc.) y
felicítate. Estás haciendo algo que la mayoría de las personas no pueden.
Si alguien más sabe sobre tu historia y la ha leído, esa
persona también puede ser una buena fuente de ánimo. Repite en tu cabeza que
terminarás la historia porque es lo que deseas. No importa si el cuento no es
el mejor que escribas en tu vida, vendrán otros luego. Si tienes la meta de
terminar, lo lograrás.
SUGERENCIA : LA LECTURA
¡Lee! Nada puede ayudarte más a escribir un buen cuento que
leer buenos cuentos. Presta atención al estilo y a cómo el autor saca provecho
de la brevedad del texto.
Leer distintos autores y estilos te ayudará a aprender a
adoptar diferentes voces para cada cuento que escribas y hará crecer tu
creatividad. Presta atención a cómo los autores desarrollan sus personajes, escriben
los diálogos y estructuran la trama.
ACTIVIDAD
Elabora un cuento . Sigue estas recomendaciones.
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